Miren los pajaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?”- Mateo 6, 26.
Reconocer la presencia real de Dios como nuestro padre en nuestras vidas, nos permite descansar del peso que cargamos de las cosas de las que no tenemos el control. Dios nos ofrece hacerse cargo de todo lo que nos asusta, abrume o entristece, ya que Él, siendo Dios y padre nuestro, nos guiará, protegerá y fortalecerá. Es por eso que, cuando dejamos que Dios tenga el control, lo único que queda es SONREÍR.
